¿Quizás la psicosomática es más sencilla de lo que creemos?
(Interesante también para personas con problemas de
fertilidad y endometriosis y cáncer)
Muchas son las enfermedades autoinmunes que afectan a la
nuestra población, unas más conocidas y otras menos. La artritis reumatoide, la esclerosis
múltiple, el síndrome de Sjögren, la
diabetes mellitus tipo I o la tiroiditis de Hashimoto están entre quizás las
más conocidas, pero hay muchas otras enfermedades que comportan un factor
autoinmune, o del sistema inmune alterado.
Algunas de ellas afectan a la fertilidad: el síndrome de
anticuerpos antifosfolípidos,
anticuerpos antinucleares, respuesta autoinmune a los antígenos de la
esperma o compatibilidad de los antígenos leucocitarios humanos. Muchas veces mujeres con dificultades para
quedarse embarazadas y aparentemente sin causa conocida, al cabo de años han
descubierto mediante análisis más complejos que había un problema de inmunidad
subyacente. Las enfermedades autoinmunes suelen aparecer en mujeres que han
tenido abortos espontáneos repetitivos.
Por otro lado los estudios del sistema inmunitario con
mujeres con endometriosis sintomática demuestran que estas mujeres suelen tener
anticuerpo contra sus propios tejidos, llamados “autoanticuerpos”, es decir que
también podría incluirse dentro de este saco de enfermedades autoimnunes.
A mi parecer muchas otras se podrían incluir aquí, muchas
que comportan una alteración “inexplicable” o que la ciencia con la que
contamos hoy no puede todavía explicar, en nuestro sistema inmunológico: des de
un simple eccema (en el que encontramos
una liberación de histamina exagerada a partir de las células
inmunológicas alteradas llamadas mastocitos o basófilos, hasta un cáncer que no deja de ser la reproducción de células “deformes”
malignas en nuestro cuerpo sin que haya un ataque/control por parte de
nuestro sistema inmune.
La enfermedad autoinmune es una enfermedad en la que el
sistema inmunitario ataca las células del propio organismo; en este caso el
sistema inmunitario se convierte en agresor y ataca a partes del cuerpo en vez
de protegerlo.
La medicina convencional no encuentra explicación firme a
este hecho, e investigaciones recientes asocian a las enfermedades autoinmunes
a un origen psicosomático.
Si interpretamos con nuestra lógica, y sin necesidad de ser
médicos, la frase “el sistema inmune nos agrede” es otro modo de decir que algo dentro de nosotros mismos nos está
atacando, y por tanto el origen de tal ataque está en nuestro interior. Porqué
nosotros somos nuestro cuerpo y por tanto nosotros somos nuestro sistema
inmune. Es decir, nosotros mismo nos estamos auto-agrediendo.
No es mi intención culpabilizar a las personas que sufren de
una enfermedad autoinmune, y me gustaría que después de leer este artículo
tales personas dejaran de exigirse para quererse y aceptarse tal y como son.
Porque si hay una autoagresión no es desde nuestra parte
consciente, sino que esta procede de nuestro inconsciente.
Las frases como:
“por mi culpa estoy cada vez más enferma”
“por mi culpa me estoy destruyendo”
“por mi culpa no puedo tener hijos”
no son más que parte de esta autodestrucción que lo único
que puede hacer es empeorar el problema. Porqué no es a partir de nuestro
consciente, de nuestra parte racional o córtex cerebral que podemos controlar a
nuestro sistema inmune, sino que es nuestro inconsciente que intenta hacernos
llegar un mensaje a través de una de las vías que tiene que es nuestro cuerpo.
Inconscientemente las personas que tienen un problema
autoinmune tienen actitudes destructivas hacia sí mismas. Y como “actitud
autodestructiva” no me estoy refiriendo a largos periodos de drogas o actitudes
arriesgadas, sino que una simple auto-exigencia prolongada en el tiempo hacia nosotros mismos puede ser
una actitud destructiva. Nosotros somos nuestro cuerpo, físico, emocional y
espiritual, y tenemos que satisfacer con respeto y amor todas nuestras
necesidades a estos tres niveles diferentes.
¿Cómo puedo saber si estoy teniendo una actitud
autodestructiva hacia mi mismo?
En la sociedad en la que vivimos, aunque os sorprenda,
muchas son las actitudes autodestructivas hacia nosotros mismos. Son todas
aquellas actitudes que NO respetan nuestro cuerpo físico y nuestra persona, que
no se basan en la escucha y amor hacia nosotros y que no cumplen nuestras
necesidades básicas.
¿Pero qué son las necesidades básicas?
Las necesidades básicas son tan básicas que se nos olvidan
que las tenemos!!
Porqué en nuestra sociedad orientada completamente hacia el
desarrollo de nuestro córtex cerebral hemos perdido la conexión con nuestro ser
emocional e instintivo.
Pensad en un animal y pensad cuáles son sus necesidades
básicas. Pues tan sencillo como comer, dormir, mover el cuerpo, permitirse
tiempos de descanso. Y a todo esto, por ser humanos, debemos añadir los tiempos
de alimentar el espíritu y la mente.
La mayoría de personas se creen que su persona o
personalidad es su córtex cerebral y, como si fueran una torre de control, van dirigiendo el resto del cuerpo:
“Estoy muy cansada pero ahora no puedo descansar, tengo que
…”
“No me gusta la forma de mis caderas, me gustarían que
fueran de este otro modo”
“Comeré algo rápido porqué no tengo tiempo”
“Iré a dormir más tarde porqué tengo que acabar de hacer
esto”
“No puedo enfermar porqué mañana tengo una reunión
importante”
“Tengo que ser la mejor en la clase”
Muchas son las frases que podría continuar citando. Todas
estas frases no son de personas amorosas hacia las necesidades de uno mismo,
sino que muestran una desconexión con su ser y sus necesidades básicas y
verdaderas.
¿Y como podemos cambiar esta actitud autodestructiva?
Primero tenemos que olvidarnos del “cuando” y del “porqué”.
En cuanto le pongamos a nuestra enfermedad autoinmune una fecha límite (¿cuanto
tiempo voy a necesitar para recuperarme?) estamos otra vez auto-exigiéndonos
que el cambio debe ser rápido. Si preguntamos “porqué” (porqué me pasa esto a mi? Qué estoy haciendo
mal en mi vida?) volvemos a conectar con nuestro córtex cerebral que todo lo
quiere controlar y explicar.
Tenemos que entender que nosotros somos mucho más que un
córtex y nuestra inteligencia es mucho mayor:
es verdad que hay un córtex cerebral (parte racional o pensante) pero además
hay nuestro cerebro límbico (parte emocional) y nuestro cerebro reptiliano
(parte instintiva o animal).
Inconscientemente tenemos actitudes autodestructivas hacia
nosotros; es entonces que para cambiar esto debemos dirigirnos a nuestro
inconsciente y no a nuestro consciente. NO es la parte racional la que nos
ataca, sino que es nuestra parte INCONSCIENTE que nos está intentando
transmitir el desequilibrio que sucede dentro nuestro. Nuestro cuerpo
manifiesta el desequilibrio del inconsciente.
Con la acupuntura podemos tratar el desequilibrio físico y
emocional; estabilizar el sistema inmune y liberar nuestras emociones
retenidas.
Para permitir el diálogo con
nuestro inconsciente es importante dejarse ir, abandonarse a la escucha
de uno mismo, de tus necesidades, de tus inquietudes y de tu intuición. Satisfacer tus necesidades más
básicas y priorizar tu cuerpo y tus emociones antes que tu “parte mental” es un
buen comienzo.
http://www.acupuntura-barcelona.net/los-mistrios-de-las-enfermedades-autoinmunes/