martes, 13 de septiembre de 2011

Acupuntura y dígito presión en pediatría, una segura opción de manejo

La acupuntura es una técnica de la medicina tradicional china que se practica desde hace más de 2500 años, su antigüedad abala el éxito que ha alcanzado en oriente y occidente pues es una práctica bien estudiada, puesta a prueba infinidad de veces y perfeccionada, lo que la convierte en segura y efectiva, además de económica. A pesar de ello todavía hay gente que aún no encuentra relación alguna entre agujas y salud, según dicen los acupunturistas esto se debe a que no conocen lo suficiente su cuerpo, de la acupuntura y lo que puede hacer por el. Pues bien la relación que existe entre acupuntura y salud es muy estrecha, ya que esta terapia considera que en nuestro organismo existen varios puntos claves que distribuyen energía y logran así su equilibrio; cuando estamos enfermos en algunos de esos puntos que se conectan con órganos como el hígado, el pulmón, el bazo y el riñón se estanca la energía. Es entonces cuando a través de agujas se pincha el punto bloqueado logrando la irradiación correcta, dándonos como resultado bienestar en todos los sentidos. Es así que esta técnica científicamente considerada como poco riesgosa, es capaz de prevenir y curar enfermedades físicas y de la conducta, es incluso efectiva para tratar enfermedades agudas, crónicas o degenerativas. En los niños se utiliza por ejemplo para : Fortalecer su sistema inmunológico y prevenir enfermedades. Curar la indigestión. Asma. Gastroenteritis. Ayuda a disminuir el dolor ya que actúa estimulando la producción de endorfinas y serotonina en el sistema nervioso central. Baja la fiebre y disminuye el reflujo. Útil en problemas del sueño. Efectiva en las Infecciones en la piel. Problemas de conducta. Disminuye el estrés y la ansiedad por la producción de endorfinas al manipular las agujas. Combatir un problema muy común en los niños: el mojar la cama. En nuestro país hay organizaciones que utilizan la acupuntura junto con la psicoterapia para combatir la adicción a la drogas en niños y adolescentes. Puesto que la acupuntura considera que a través de la emoción que cada órgano manifiesta, se podrá determinar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, se dice que cuando existen problemas respiratorios crónicos, el niño siente abandono, la tristeza y sensación de pérdida. En cambio si el paciente presenta problemas en el riñón, los manifestará con pesadillas y los terrores nocturnos. En casos en que exista un desequilibrio energético en el hígado, las señales que el niño manifestará serán distracción y problemas de atención o aprendizaje. Sesión de acupuntura Antes de que el acupunturista determine el tratamiento, se deben hacer algunas evaluaciones: - Los acupunturistas toman el pulso a sus pacientes y examinan su lengua para diagnosticar desequilibrios de energía. - Se hace una investigación del ambiente donde crece el niño, su alimentación, lo que más le gusta comer, alimentos que no le agradan, las relaciones familiares del pequeño. - Determina comportamientos tales como cólera, agresión, depresión, etc. - Luego localiza los puntos que se van a conectar con aquellos órganos involucrados en las manifestaciones. - Determina el número de agujas, los tiempos que durará la inserción y el No. de sesiones, que para los niños es generalmente menos ya que sus cuerpos son muy activos y responden rápidamente a menos estímulo. En cuanto a las agujas, éstas son muy finas para causar el menor dolor posible, también puede sentirse hormigueo o entumecimiento. Éstas no se dejan como en un adulto, se hace la acupuntura a un niño e inmediatamente se retiran. La profundidad a la que se insertan es superficial, apenas algunas pulgadas. La edad ideal para comenzar con esta técnica es cuando el niño tenga 4 o 5 años. Acupresión para los más pequeños Si al niño le asustan la agujas y no tolera el dolor, otra opción es por medio de masajes haciendo presión sobre los puntos acupunturistas. Esta técnica ayudará al crecimiento del niño porque previene enfermedades, activa la circulación, desarrolla los músculos, relaja y por supuesto ayuda a mejorar la relación padre-hijo. Para tratar algunos malestares comunes en los niños más pequeños se realizan ciertos masajes, por ejemplo: Conciliar el sueño: Para lograrlo se debe realizar un masaje en dirección de las agujas de un reloj en los pequeños huesos de las pantorrillas y luego en las palmas de las manos. Si el niño tiene dolor de garganta: Masajear en la punta de los pulgares. Efectuar los movimientos unas cincuenta veces en el sentido de las agujas de un reloj. Diarrea: Dar masajes en la parte del vientre situada debajo del ombligo en el sentido inverso de las agujas de un reloj. Si llora mucho durante la noche: Los masajes se enfocarán desde la raíz de la nariz subiendo hasta la parte más alta del cráneo. Para dolores tan comunes en la infancia como el de dientes, se realiza un pequeño masaje en la mano entre su pulgar y su índice (50 veces). Combatir el estreñimiento con un masaje del vientre debajo del ombligo (50 veces), en el sentido de las agujas de un reloj. Ya para terminar, si los padres optan por la acupuntura para ellos y/o para sus hijos, es recomendable que busquen instituciones y especialistas certificados, que tengan amplia experiencia y claro que cumplan con las medidas sanitarias. Fuente: grupos.emagister.com

Acupuntura en niños: Una solución viable y poco riesgosa

A  primera vista, cuesta asociar con el bienestar el hecho de que a uno le claven agujas en algunas partes de su cuerpo. Pero la Acupuntura goza de tanto éxito en oriente y occidente por una serie de razones que la vuelven una práctica segura y efectiva, y no un mero clavar de agujas en el cuerpo. Sin embargo, a pesar de que sea posible abrir la cabeza para nosotros mismos y considerar a la Acupuntura como un tratamiento viable y efectivo, es comprensible que tengamos algunas reticencias para aplicarla a nuestros hijos, pues, después de todo venimos de una sociedad occidental que no ha visto nacer a la Acupuntura. No obstante, no hay de qué preocuparse, los riesgos de la Acupuntura son tan leves en pacientes mayores como en menores, y esto está comprobado científicamente. En Estados Unidos las instituciones Division of Intramural Research, el National Centre for Complementary Medicine y National Institutes of Health, estudiando 23 casos de acupuntura pediátrica pormenorizadamente, han logrado extraer la conclusión de que el tratamiento de Acupuntura es tan poco riesgoso en niños que es de un 1,55% en 100. Un nivel de riesgo como este vuelve a la Acupuntura una terapia clasificable sin lugar a dudas bajo el rótulo de terapia muy poco riesgosa, y su puesta en práctica en niños es comparable en cuanto a riesgos como tomar penicilina, por ejemplo. Es importante tener esto en cuenta y no vacilar demasiado pensando que la Acupuntura podría resultar peligrosa para nuestros hijos. La Acupuntura es tan poco riesgosa para niños y para adultos, y además es una terapia sumamente efectiva.